Oh cuán grande amor,
El que tiene para mí,
Jesucristo mi señor,
El que se entregó por ti.
Dios mucho amor tuvo,
Que a su hijo no perdonó,
Siempre con él estuvo,
Aunque por ti lo donó.
Por su compasión estamos,
Todos seguros aquí,
Nosotros todos le alabamos,
Porque se entregó por ti.
Yo señor tu sacrificio,
Guardaré en mi corazón,
Te honraré en tu servicio,
Y me darás la salvación.
Muerte amarga le dieron,
Y por eso yo sufrí,
Pues su gloria marchitaron,
En la cruz se dio por ti.
Tanto cariño y piedad,
El santísimo me ofrece,
Yo aceptare su bondad,
Por la paz que en mi crece.
Dicen que cristo no existe,
Aunque se ofreció, oh sí,
Yo sé señor que te diste,
Y que se brindó por ti.
El perdona el pecado,
Sea a sabiendas o ignorante,
Demuestra que te ha amado,
Él es bueno y amante.
En una tumba fría,
Lo colocaron allí,
En esa fosa sombría,
Lo sepultaron por ti.
Feneció y resucitó,
Por la compasión suya,
El señor se levantó,
Para la salvación tuya.
No te hagas rebelde,
Al mensaje que te di,
Y que esto se recuerde,
Cristo se entregó por ti.
En sus manos una herida,
Que siempre voy a odiar,
Yo sé que él dio su vida,
Y que la volvió a tomar.
No creas que no sufrió,
Tanto dolor nunca vi,
Él a tu corazón se abrió,
Yo sé que murió por ti.
Dios mío, dios mío,
Perdóname mi mal,
Quítame este corazón frio,
Dame el trono celestial.
Siempre lo voy a querer,
Él es todo para mí,
Algún día yo he de ver,
Al que se entregó por ti.